Isabel vino, porque ya le hicimos la boda a su hermana hace varios años, y quería que nosotros le decorásemos su casa.
Después de conversar sobre lo que quería, acordamos poner una elegante guirnalda de eucalipto, paniculata y verdes varios en la puerta, ya que la pondríamos unos días antes y todavía debía de estar perfecta para la ceremonia. La ceremonia se le celebró en la Iglesia de Santa Catalina, y la hicimos en tonos blancos dándole un toque de sencillez y pureza acorde con los novios.
Y como detalle estrella, ese ramo de rosas de pitiminí en varios colores y en forma de lágrima que destacaba en todo momento.
